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·         Chivas vence 3-1 al América y lo deja prácticamente sin posibilidades de Liguilla

·          México. Oct. 23.- América saltó al Azteca con el ánimo de suicidarse en el bolsillo y Chivas no quiso ser simple espectador. Le sonsacó, le orilló, le animó al oído, le hostigó para ello.

Las Águilas son un amasijo sin forma ni fondo, mucho menos equilibrio. Si se tambalea, no guarda el equilibrio se cae, se hunde, se deja ir. Lo mismo en la defensa que en el ataque.

Sí, Armando Navarrete se equivocó en dos de los goles, Rosinei en su expulsión, pero adelante Daniel Montenegro pasó inédito, Raúl Jiménez no ha mostrado pegada. Ángel Reyna y Vicente Matías Vuoso, cuando ingresaron, caminaron sin peso ni espíritu.

Chivas, en tardes como la del domingo, es una avalancha.

Marco Fabián, de gran momento, tiene un futbol capaz de explotar y explorar todas las posibilidades de su equipo al frente. Es de esos jugadores, extraños en el futbol actual, que lo mismo luce que hace lucir al compañero. Tiene los hilos de Guadalajara en la mano y los tira, y maneja con destreza.

Alberto Medina y Jesús Sánchez son sus mejores socios, veloces e incisivos, profundos y técnicos. Estiran a lo largo y ancho el campo de juego.  Erick Torres es el ariete, y ancla, dando poco a poco lo que promete.

Fue un duelo intenso desde el primer minuto del partido y los errores, pequeños suicidios americanistas, marcaron el rumbo.

Antonio Gallardo puso, a los cinco minutos, el primer gol del encuentro en un certero remate de cabeza a pase de Fabián. Los de Coapa reaccionaron de inmediato y Christian Benítez, por idéntica vía, aérea, igualó los cartones a pase de Daniel Montenegro a los 12'.